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El santuario de Gastiburu (Arrazua, Vizcaya) y sus constructores

Situación e introducción

El municipio de Arrazua, en la provincia de Vizcaya, es una pequeña comunidad cercana a Guernica y al mar, cercada de montañas. Forma parte de un amplio valle sedimentario. Desde el oppidum de Marueleza (Arrazua, Navarniz y Mendata) y desde el santuario de Gastiburu1 (Arrazua) se domina el valle. Ambos yacimientos se ubican en la margen derecha del río Oka, en la crestería de Gastiburu (fig. 1). Este relieve tiene forma de creciente, con laderas pronunciadas y estrechas vaguadas.

Localización de los yacimientos.
Fig. 1a. Localización de los yacimientos.
La crestería de Gastiburu, oppidum y santuari
Fig. 1b. La crestería de Gastiburu, oppidum y santuario.

En la excavación de 1942 del oppidum2, descubrieron la muralla de piedra, de 4-5 m de altura, y 2 m de pared conservada intacta. La investigación fue corta pero permitió poner la arquitectura de la muralla en el contexto interpretativo de la época y establecer los paralelos con las fortificaciones célticas de La Meseta Norte. Los objetos recogidos fueron muy escasos y se extraviaron. Este trabajo no creó suficiente interés en la siguiente generación de arqueólogos locales. En Vizcaya no se investigó la Edad del Hierro en las siguientes cuatro décadas.

Los trabajos se reanudaron en 1982 con el proyecto de larga duración centrado en el oppidum3 y con un programa de prospecciones que catalogó nuevos sitios de interés, tanto por su novedad tipológica, como por su proximidad o sus dimensiones4. La mayor aportación de esta investigación es el yacimiento de Gastiburu, ubicado a 1 km al sudoeste de Marueleza, y motivo de este artículo en homenaje y reconocimiento de la labor del Dr. Olivier Buchsenschutz.

El proyecto proponía el estudio, a partir del entorno medioambiental y geográfico, de los recursos naturales comparados con los territorios circundantes. Se buscarían diferencias y semejanzas esenciales entre culturas características de este periodo: celtíberos, vacceos, cántabros y aquitanos. En efecto, los datos provenientes de la arquitectura de la muralla del año 1942, proponen la existencia de conocimientos, capacidades y técnicas no descritos hasta ahora, para esta gente de la Edad del Hierro II.

El oppidum de Marueleza y el santuario de Gastiburu

Aunque el oppidum de Marueleza, no es el motivo de este texto, consideramos necesaria una pequeña reseña. Se localiza a una altitud de 534 m y es un espacio defendido que sobrepasa el fortificado (fig. 2) con muralla de piedra5. Un perímetro adicional exterior se establece con defensas simples, de foso, parapeto de tierra y empalizada. La defensa incluye las fuertes pendientes y el posible cierre de las vaguadas en el fondo de valle. La superficie pasa de las 9,5 ha del poblado amurallado a 16 ha con las defensas simples y a 300 ha considerando el agger. La muralla y la puerta situadas al NNW son potentes. Al parecer, su construcción no puede ser vinculada con episodios bélicos. Es un hecho confirmado arqueológicamente que en ningún poblado del Cantábrico oriental hay signos de destrucción violenta. Consideramos que estas construcciones son la demostración del prestigio de la civitas, ostentación de poder al delimitar así el espacio residencial, más que la necesidad real de defensa, para lo cual son operativas.

Oppidum de Marueleza 1. Sector oriental; 2. Sector sud-oriental; 3. Sector nord-oriental.
Fig. 2. Oppidum de Marueleza 1. Sector oriental; 2. Sector sud-oriental; 3. Sector nord-oriental.

En 1942 se dio por vacío el castro al no encontrar viviendas, ni muchos objetos cotidianos. En la investigación de 1983-1986 se localizaron evidencias de casas rectangulares adosadas a la muralla. La prospección geofísica eléctrica6 muestra anomalías compatibles con casas adosadas junto a la puerta NNW.

Por debajo de la cota del oppidum, los informadores locales nos enseñaron un yacimiento de composición completamente novedosa7. Gastiburu se localiza en un falso llano, unión de tres laderas pronunciadas (fig. 3). Está compuesto por cuatro grandes estructuras emergentes o lóbulos alrededor de un espacio libre (altitud 340 m). El conjunto se completa con cuatro estructuras menores (EM) dispuestas en la dirección Este. Donde las dos estructuras centrales están geminadas.

La excavación ha sido complicada y la investigación difícil, puesto que este yacimiento no tiene posibilidad de comparación formal; por no encontrarse explicación inmediata de uso, y por la pobreza en restos cerámicos y metálicos. La arquitectura de cada estructura, y las marcas y decoraciones sobre la piedra son los informadores casi exclusivos.

El santuario de Gastiburu, 
vista SSW; escal: 3D-1:1:1..
Fig. 3. El santuario de Gastiburu, vista SSW; escal: 3D-1:1:1.

La distribución del espacio y la arquitectura

En el conjunto hay tres elementos bien diferenciados: plaza, lóbulos, estructuras menores y arco exterior. Los lóbulos están separados en dos por un camino forestal que durante años impidió la excavación de la plaza y condicionó la investigación, al igual que el bosque de pino al sur. Por el norte, un arco de bloques de piedra arenisca y microconglomerado circunda el conjunto. La saca de pino y los acondicionamientos de forestales han alterado las posiciones dejando pocos emplazamientos seguros. En la investigación hay dos fases de 1985-91 y de 1992 a 2003, cuando incluyen en la investigación los trabajos métodos de apoyo geofísicos y topográficos.

La plaza central está enlosada. A su alrededor se sitúan cuatro lóbulos, separados por un estrecho paso enlosado que se abocina hacia el exterior. A los pies de los lóbulos el enlosado es de lajas más grandes, gruesas y mejor colocadas. En la zona norte, frente al lóbulo norte (LN), el enlosado tiene forma curva limitando un área sin lajas (fig. 4). Del enlosado sale una línea de bloques de arenisca (N64,63ºE) clavados en el suelo de arcilla. Este sencillo elemento, tiene como propiedad que su prolongación pasa por: a– el centroide calculado para el conjunto y b– sobre el final del perímetro exterior del LN y la cima de Arrola, el punto más alto del oppidum, el lugar donde tiene lugar el Orto en el solsticio de verano8.

Lóbulo LN: gradas, enlosados y marca de alineación SSV.
Fig. 4. Lóbulo LN: gradas, enlosados y marca de alineación SSV.

Estos lóbulos dejan en la plaza, al Este, un espacio equivalente al ancho de uno de ellos que es ocupado por la EM1. A distancia pautada y hacia el Este se alinean las EM2a y b, y EM3, como los lóbulos.

Para la descripción, diferenciamos dos partes, la central o conjunto principal9 (CP) compuesta por los lóbulos y el EM1, y la alineación compuesta por los EM de los que forma parte EM1. En el CP sorprende la disposición. Los frentes de los cuatro lóbulos tienden a formar un polígono de cinco lados, uno de los cuales aún no ha sido excavado. Los centros de cada elemento se sitúan en los vértices de un pentágono casi regular10 sobre el que volveremos más adelante.

En la arquitectura de los lóbulos y la EM1 hemos constatado igualdades interesantes en la realización y en la forma. Cada lóbulo es un volumen truncado, con el plano de truncadura ocupado por una grada y orientado hacia el espacio libre central. El resultado es como un pequeño anfiteatro sobre cuatro podios. Todos ellos tienen planta de herradura, poseen dos muros de contención de mampostería careada a seco y una compleja secuencia constructiva imbricada. En su interior, la EM1 es la más simple por dos motivos, está construida sobre una zona casi llana, y se asienta en roca que ha sido recortada para su asiento. El interior es de alineaciones de bloques de arenisca que dejan espacios rellenados con bolos. Su superficie se encuentra destruida por los cultivos.

La organización interna de los lóbulos es más compleja. Se hicieron varias campañas de prospección geofísica eléctrica11 y una campaña de magnética para conocer la imagen resistiva del conjunto, descubrir zonas de interés y poder seleccionar las zonas de excavación. Este método fue aplicado cuando ya se había iniciado la excavación del lóbulo N (LN) y se conocía toda su secuencia constructiva. Los resultados obtenidos permiten discriminar áreas e igualar otras. En la plaza, la prospección refleja un subsuelo rocoso superficial. En el sector norte, se ha detectado una zona de baja resistivad con forma entre oval y circular, de una profundidad superior a 1 m, que se localiza bajo el camino forestal. En los lóbulos no excavados, la tomografía y los perfiles eléctricos señalan semejanza de forma y disposición de las resistividades. El resultado es coincidente con la estructura interna de LN. Esta semejanza permite una extrapolación general, esperando las particularidades necesarias en cada situación. Con esta información se seleccionó para excavar el lóbulo E (LE), situado al suroeste de EM1. En él se confirmó que se usa la misma secuencia interna de sistemas imbricados y que se ajusta a las necesidades que tiene cada lóbulo12 por la pendiente dónde se ubica.

De forma sucinta, la secuencia comprende la preparación del paleosuelo rasando las arcillas y recortando las lutitas, y nivelando en terrazas. En el espacio así preparado, cada lóbulo es ubicado y se establecen los perímetros exterior e interior con bloques calzados, sobre los que se levantan los muros de mampostería careada a seco. Entre ellos, se deposita un relleno heterogéneo y heteromorfo en capas horizontales, que se traban con el trasdós del muro exterior. Queda trabado también el trasdós del muro perimetral interior con el cinturón de bolos que contiene al núcleo central. Este cinturón se traba a la secuencia superpuesta de estructuras del núcleo central, mediante vigas de madera, tratada al fuego13, que se vuelven solidarias. El conjunto de soluciones adoptadas en LN y LE es similar en su secuencia. La estructura a base de cajones hechos con muros de mampostería, fácilmente deformables, con relleno diferenciado, da solidez y estabilidad frente a desplazamientos internos. Esto es más necesario en los lóbulos que ocupan las laderas de mayor pendiente (LE, LS y LW).

La compleja secuencia constructiva, tiene como función elevar, estabilizar, consolidar y sostener la obra para albergar el elemento principal de uso: la grada. Su cota es similar. Cada grada está organizada en espacios definidos y semejante en los lóbulos excavados (LN-LE). En LS la parte excavada no tiene diferencias aparentes. Cada lóbulo queda limitado en la plaza por un murete y el enlosado de grandes lajas. Al interior se accede por dos pasos laterales, uno enlosado, el otro con dos escalones. Un suelo enlosado, ligeramente elevado, antecede a las bancadas. En LE y en LS se han encontrado dos cazoletas en dos losas centrales del suelo. No se conservan completas todas las bancadas, hubo un mínimo de 20 bancadas en LN y de 18 en LE. En zonas concretas de las bancadas y clavadas entre ellas, se disponen secuencias de lajas verticales. Decoraciones y marcas de trabajo se hicieron tanto en las lajas horizontales como en las verticales, en éstas se encuentran siempre orientadas al exterior. La decoración de rayas y picados cubre toda o parte de la superficie y solo se ha encontrado en las caras vistas. La distribución de las gradas es similar, diferenciándose la localización de las lajas verticales.
Grandes bloques de microconglomerado se ubican en la zona baja de las bancadas. Estos bloques proceden muy posiblemente de lejos de la Sierra de Gastiburu. Los análisis petrográficos hechos sobre un territorio de 30 x 15 km muestran que con características de grano y potencia idénticas, solo hay dos zonas coincidentes. Al oeste, a 15 km el Alto de Sollube-Jata y al este, a 10 km el Abanico Turbidítico de Ondárroa. Los resultados no señalan la zona explotada pero, contando con que los bloques hallados llegan a pesar más de 400 kg, su acarreo14 desde Ondarroa afronta menos dificultades topográficas. Son usados en la base de los muros perimetrales, por lo que su acarreo está planificado y hecho antes de iniciar la construcción.

La cuidada colocación15 y similar selección de materiales, sugirió el estudio petrográfico comparado de la columna geológica y las construcciones. La muestra analizada certifica datos relevantes. De hecho, en las areniscas se ha podido determinar el uso de cuatro tipos en cometidos concretos dentro de la arquitectura. Las areniscas masivas ferruginosas forman las estructuras internas de estabilización de relleno (cajones) y los cinturones de contención; las areniscas negras calcáreas son usadas puntualmente en suelos o gradas y las areniscas tableadas de grano fino son la “cara vista” en los muros perimetrales y gradas16. La comparación petrográfica de muestras de LN y LE con LS y LW evidencia que se explotaron dos facies: Grawacas líticas para los primeros y Sublitarenita para los segundos. Esto supone puntos de extracción diferentes que no son explotados a la vez ya que no hay mezcla, y es una prueba más de la secuenciación del plan de obra.

Otros elementos singulares vienen a completar el panorama cultural-cultual: dos pseudo-esculturas aparecidas en la grada del LN un toro y un verraco, este desplazado; un hito con dibujo geométrico caído cerca del eje central; varias lajas con pequeñas cazoletas tanto en el LN como en LS; o los pequeños bloques con acanalados anchos y zonas de picados profundos. Estos hitos se interpretan necesariamente en un contexto distinto al de la propia arquitectura a la que singularizan aún más. La presencia de posibles tableros de juego y de algún cantito rodado de origen ajeno a la geología local, completan el conjunto de estos elementos singulares

Los EM alineados apenas han podido ser investigados, solo se han podido excavar hasta la cota de ruina. De ellos sabemos que han sido saqueados para obtener piedra para las paredes de límite de fincas, al igual que el LN. EM2 b tiene un doble perímetro. Sobre el perímetro de EM2a se encontró el primer tablero de juego:, una retícula que está relacionada en número de columnas y filas con las otras tres halladas. EM3 no ha sido excavado y está dividido en dos por la valla de protección que puso el Servicio de Arqueología de la Diputación.

La geometría y las dimensiones

La complejidad del santuario necesita ser explicada y comprendida en el limitado contexto del conocimiento actual de esa sociedad indígena. Los resultados obtenidos son de dos órdenes: el técnico formal, contenedor de sus conocimientos, y el socio-cultural que permiten la comprensión de la estructura social, deducida de la secuencia de hechos concatenados, relacionados en los sistemas básicos y con el Medio.

Los cuatro lóbulos y el EM1 (fig. 5), tienen dos particularidades: su disposición y la planta de herradura. Ambas son muestras de los conocimientos del constructor por tres hechos: es capaz de planificar usando figuras geométricas complejas, por la exactitud de las proporciones basada en un patrón de medida y por trasladar la idea previa hasta un terreno complejo obligado por una necesidad que no puede eludir.

Plano general del santuario.
Fig. 5. Plano general del santuario.

Nos ha sido imposible encontrar paralelos para la planta de los lóbulos. Geométricamente la herradura es el resultado de intersectar círculo y triángulo. En este caso (fig. 7a) truncado el triángulo a r/2 desde su base sita a r/2 del diámetro. El eje medio del lóbulo prolongado se desvía ligeramente de la bisectriz del vértice en la plaza. Esto es semejante en LN y LE. En ambos, cada bancada tiene el centro de su arco sobre ese eje medio, o cerca de el17.

Con los datos de los sondeos en LS y LW, procedentes de las zonas donde se cortaron los perímetros con el camino forestal y la zanja de muga, y con la imagen de la resistividad, hemos estimado las formas ocultas y los vértices. El resultado completo son dos puntos en la plaza que unidos a los dos anteriores, son vértices de una figura romboidal casi regular, en cuyo centro se ubica P01 o centroide (CG) de CP (fig. 7b), con un error inferior a 10 cm, lo que significa que hubo referencias establecidas desde el inicio hasta el final de la construcción de cada lóbulo, sin perder coherencia y con un margen de error irrelevante. A nuestro entender, valida la idea que intuye la existencia de un plan previo, de formas, organización y dimensiones preestablecidas según la posición y la pendiente. La realización sorprende por su exactitud.

El pentágono regular se obtiene con la división de una circunferencia en cinco arcos iguales. La CP de Gastiburu es un pentágono ligeramente irregular (fig. 6). Aceptada esta situación, el hecho es que un pentágono es una forma de distribuir original, y poco habitual en la antigüedad. Los tres ejemplos más próximos son todos de orden militar18, no hay paralelos en el ámbito civil o religioso, aunque Moneo cita un templo pentagonal en el Cerro de las Cabezas19, Ciudad Real, del s. III a.C. Ninguno de ellos es un paralelo que podamos usar, solo señalamos su existencia.

Comparación con la figura obtenida de la unión de los centros de los lóbulos (sin corrección de relieve) con un pentágono regular.
Fig. 6. Comparación con la figura obtenida de la unión de los centros de los lóbulos (sin corrección de relieve) con un pentágono regular.
a. La descomposición geométrica de los lóbulos LN y LE y las proporciones usadas.
b. El módulo o pie, múltiplo y submúltiplo en los ejes y lado del losange central.
Fig. 7. a. La descomposición geométrica de los lóbulos LN y LE y las proporciones usadas. b. El módulo o pie, múltiplo y submúltiplo en los ejes y lado del losange central.

La realidad de los santuarios de Galia, Aquitania, Celtiberia o entre los de vacceos, astures y galaicos, y se resuelve con formas cuadrangulares, de esquinas o vértices redondeados, lejos de la línea curva de Gastiburu. De resaltar es el caso especial, de forma elíptica, del interesante sitio del Bronce final-Hierro de Pont de Charrot20, cerca de Bibracte. Es muy diferente, está construido con materiales perecederos y su estructura es de postes situados a distancias pautadas. Ha sido interpretado como un calendario, nexo de unión con Gastiburu21.

El análisis geométrico ha sido determinante para descubrir el uso de un módulo de medida, con múltiplos y submúltiplos. Las magnitudes tomadas con el sistema métrico decimal no son elocuentes. La transformación de éstas a otros sistemas, los pies celtibérico, natural, olímpico, de Samos, Manching o Bibracte no resulta satisfactoria, lo que hizo buscar la referencia modular subyacente. En total se han usado 77 magnitudes seleccionadas de las zonas mejor conservadas. Hemos obtenido el valor de un módulo, un pie de 0,313 m. El primer análisis se hizo con 33 medidas, la desviación estándar es σ =2,271•10-5 y la bondad es 9,519•10-5. El resultado se aplicó a una muestra de 77 medidas, la desviación estándar es σ╩=4,14•10-5 y la bondad es 2,067•10-5.

Tabla de transformación y valoración porcentual de la desviación del módulo 0,313 m
DimensiónBCDE
19,3161 2/361,69361,667100,04
18,786060,00060,000100,00
10,333333,00333,000100,01
8,752827,95528,00099,84
8,452726,99727,00099,99
12,0638 ½38,53038,500100,08
19,086160,95861,00099,93
18,485959,04259,000100,07
11,4236 ½36,48636,50099,99
2,16 5/76,7096,75099,39
1,85 ¾5,7515,750100,02
0,9533,0353,000101,17  

Módulo = 0,313 m; B = valor m/módulo fraccionario; C = valor m/módulo decimal; D = valor esperado; E = variación de la medida de campo respecto de la esperada.

Pocos son los yacimientos con medidas no redondeadas con los que se pueden testar coincidencias. Los paralelos utilizados22 en el análisis supraregional devuelven un resultado relevante. Son los yacimientos próximos a Gastiburu y Marueleza (el test 1) los que coinciden con este módulo. Se trata de los poblados de los territorios de carietes y venneses, y de vardulos. En estos hábitats, el módulo resulta exacto un mayor número de veces23, al igual que las fracciones n/4, n/3 o n/2, que con los pies de Bibracte24, Galia25 o Manching26, que no se detectan en nuestra región.

En la Celtiberia sorprende el caso de los Castellares de Herrera de los Navarros, donde no es el utilizado el pie celtibérico27 (0,24 m) como se esperaba, sino el de Gastiburu. El módulo ha resultado válido también en el castro de La Campa de Torres, en Gijón, aunque las medidas son escasas. En territorio vascón, es poco determinante el análisis por el número de datos disponibles. En el castro de Ceremeño se usa el pie natural.

Examinados por periodos los datos muestran durante el Hierro I mayor tendencia al uso del pie natural en áreas alejadas del Golfo de Vizcaya, en el oeste del Cantábrico o en los territorios vascón y celtíbero. Entre astures y cántabros occidentales parece que conviven y se suceden los dos pies, aunque se detecta un cambio de tendencia entre los s. v-iv a.C. Hacia el sudeste, por el valle del Ebro o hacia la submeseta sur, el pie natural es la base: el módulo se usa en La Hoya, La Caraza de Valdevallerias y Ceremeño. El pie celtibérico y su múltiplo quedan desajustados en nuestro análisis. Es significativo este hecho en la Celtibéria o en su proximidad. En el uso del múltiplo celtibérico 0,32 m, Árce Mirapérez es una excepción, y no es el aplicado en la puerta de la segunda muralla celtibérica. El uso del módulo de Gastiburu en el Hierro I en Asturias indica su mayor antigüedad y su pervivencia en la idea de “casa a la romana” muestra su largo recorrido temporal que deberá ser analizado en el futuro.

Es necesario establecer su dispersión y su arco cronológico de uso con mayor precisión, lo que hace necesario ampliar el test a más yacimientos, e incluir Aquitania en el análisis. Por la información de tendencias, se puede considerar que nos hallamos en una región amplia de carácter propio, con la confluencia puntual de módulos alóctonos.

Es evidente que para conocer más sobre el uso de este pie nos enfrentamos hoy a dos hechos que no se deben minimizar. El primero es la falta de secuencias de datos sin redondeo y de yacimientos con suficiente número de magnitudes e incluso de excavación de estructuras de habitación completas. El segundo, es a proximidad evidente entre algunos de los módulos. Esto plantea la necesidad, a corto y medio plazo, de extremar la precisión e incrementar del número de magnitudes tomadas en campo. Es una cuestión de método cuyo valor aún no ha sido puesto a prueba con intensidad. Este método aplicado en ponderales, volumen de contenedores cerámicos, peso de torques, etc. proporciona interesantes datos sobre la cultura y el desarrollo del conocimiento, como se está viendo en las últimas décadas.

Todo sorprende en Gastiburu: la técnica, las formas, los conocimientos y las soluciones adoptadas. La finalidad de uso no es evidente de forma inmediata, solo el exclusivo diseño muestra su alto valor, cuantitativo y cualitativo. La interpretación como lugar relevante y también sagrado está unida tanto a su singularidad como a que su génesis está planificada con puntos relevantes y referencias. Los datos se acumulan en contra de la creencia establecida sobre primitivismo de la sociedad indígena residente y su aislamiento secular.

El binomio de Marueleza y el santuario de Gastiburu es un caso único, por lo que no hay apenas posibilidades de realizar comparaciones. Es la consecuencia del estadio alcanzado por esta sociedad arqueológicamente poco conocida, de su estructura social, de sus creencias, de sus conocimientos y del ambiente topogeológico y biológico donde se desarrolló. Son aspectos que forman parte de la discusión prioritaria en la investigación de Europa central desde la época de C. Jullian y que constituyen un tema de creciente interés para la edad del Hierro. Esta evolución particular se produce en el seno de la cultura europea del primer milenio a.C.

En el santuario, las características identificadas, las peculiaridades formales estudiadas y la metrología, sumadas a su valor como calendario solsticial, revelan un conocimiento avanzado, céltico o sincrónico a éste, con personalidad propia desarrollada, técnica y culturalmente. Estas evidencias son contrarias a la información de los textos greco-latinos que han lastrado, y muchas veces confundido, la interpretación histórica. Los datos arqueológicos obtenidos por la investigación en las tres últimas décadas muestran una región no solo de paso, como se proponía en el s. XX, sino un territorio activo, con peso en el entramado regional; que se desarrolla según sus patrones y se nutre de influencias y conocimientos atlánticos, centroeuropeos y mediterráneos, como confirma la investigación arqueológica más reciente. La conjunción de singularidad, localización, símbolos y orientaciones astronómicas permiten interpretarlo en funciones predictivas asociadas a un poder político fuerte y aglutinador. Esta gente sabe medir y sabía qué y porqué quería construir en un lugar tan poco propicio. Es la demostración arquitectónica de la existencia una sociedad desarrollada y organizada, donde reside una clase o grupo diferenciado de aristócratas y/o intelectuales capaces de necesitar y concebir este monumento que comparte el conocimiento y el uso con otros yacimientos singulares de Europa en el primer milenio.

Bibliografía

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Notas

  1. Sus dataciones 14C calibradas lo sitúa entre el s. IV a.C. e inicio s. I d.C.
  2. Taracena 1942; Taracena & Fernández Avilés 1945.
  3. La excavación del hábitat la interrumpió la Administración en 1986 para centrar el presupuesto en el yacimiento de Gastiburu.
  4. Valdés 2009, 62-75, poblado de Kosnoaga, túmulo de Larozeta, túmulo de Txarkueta, estatua menhir con crómlech de Sorbituaga.
  5. Valdés 2009, 78-84.
  6. Valdés 2009, 73-74.
  7. En 1827 había sido descrito por Novia Salcedo y permaneció olvidado 150 años.
  8. La efeméride ha sido confirmada en el terreno al igual que el ocaso en esta fecha.
  9. A partir de ahora CP.
  10. Ángulo interno del pentágono regular: 72º. En Gastiburu: 72,3º; 74,7º; 76,3º; 70,3º y 66,4º.
  11. Valdés 2009, 69-72.
  12. El volumen construido de LN = 430 m3, LE = 800 m3.
  13. Vitruvio, traducción Oliver 2002, 79.
  14. Con una carga de 400-550 kg dependiendo de la zona de actividad (Azpiazu 1995).
  15. Frente al aspecto descuidado de la reconstrucción de la muralla por parte de la Administración.
  16. Grosor entre 2,5 y 10 cm.
  17. Valdés 2009, vol II, 207, Fig. 2.
  18. Moret 1996, 374 y 416 describe la remodelación del siglo IIII a.C. de la torre circular 6 de Ullastret (Girona) y las dos torres del Castellet de Banyoles (Tarragona).
  19. Moneo 2003, 167-168. Se trata de una figura irregular con cinco lados, de forma cóncavo-convexa.
  20. Olivier et al. 1967, 82-83.
  21. Ver en Valdés 2009, 134-140.
  22. En Vizcaya: Marueleza, Berreaga (datos de informes de excavación de 1989, 1990, 1991); Tromoitio, Pico Moro; en Álava: Castros de Lastra, Caranca (datos de P. Sáez de Urturi) y La Hoya (datos de A. Llanos); en Guipúzcoa: Intxur, Buruntza, Munoaundi, Etzela 8; en Asturias: Moriyón (datos de J. Camino Mayor), Castiello de Llagú, La Campa Torre, Chao Samartín (datos de A. Villa Valdés); en Burgos: Arce Mirapérez (datos de R. Varón); en La Rioja: Contrebia Leukade-Inestrillas; en Zaragoza: los Castellares de Herrera de los Navarros; en Teruel: La Caraza de Valdevallerias; en Navarra: Peña de la Gallina, Poblado de las Eretas (datos de J. Armendariz); en Guadalajara: Ceremeño.
  23. Han sido examinadas también con los pies: celtibérico o su múltiplo (0,32 m), natural y su submúltiplo (0,225 m), natural de 15 dedos (0,281 m) y el submúltiplo (0,211 m).
  24. Almagro & Gran-Aymerich 1991, 186-190.
  25. Dassié 1999, 287.
  26. Schubert 1993, 229-230.
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Pessac
Chapitre de livre
EAN html : 9782356134929
ISBN html : 978-2-35613-492-9
ISBN pdf : 978-2-35613-493-6
Volume : 1
ISSN : 2827-1912
Posté le 08/05/2024
Publié initialement le 01/02/2013
8 p.
Code CLIL : 3385 ; 4117
licence CC by SA
Licence ouverte Etalab

Comment citer

Valdés, Luis, “El santuario de Gastiburu (Arrazua, Vizcaya) y sus constructores”, in : Krausz, Sophie, Colin, Anne, Gruel, Katherine, Ralston, Ian, Dechezleprêtre, Thierry, dir., L’âge du Fer en Europe. Mélanges offerts à Olivier Buchsenschutz, Pessac, Ausonius éditions, collection B@sic 1, 2024, 609-617, [en ligne] https://una-editions.fr/el-santuario-de-gastiburu [consulté le 08/05/2024].
doi.org/10.46608/basic1.9782356134929.51
Illustration de couverture • D'après la couverture originale de l'ouvrage édité dans la collection Mémoires aux éditions Ausonius (murus gallicus, Bibracte ; mise en lumière SVG).
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